Fue edificada en el siglo XII, como la vecina iglesia de san Ginés.  Al contrario de lo que sucede en este último templo, la de san Martín todavía conserva buena parte de la fábrica románica.

El templo tiene una sola nave, con cubierta de madera a dos aguas, acabada en un ábside semicircular, precedido de un amplio presbiterio. Este está cubierto con bóveda de cañón apuntada. El arco triunfal, también apuntado, se apoya en dos columnas adosadas, que tienen sus capiteles esculpidos con palmas y otros motivos vegetales. Sus ábacos están decorados con puntas de diamante, que se prolongan por el ábside en forma de imposta.

A ambos lados del presbiterio encontramos dos arcos ciegos, que se unen en un capitel esculpido con palmetas, que se apoya en una columna de doble fuste. Esta zona estaba totalmente cubierta por pinturas murales, de las que todavía se pueden ver algunos fragmentos. Representan la vida de San Martín de Tours.

El ábside es liso y de planta semicircular. En el centro se abre una ventana en forma de aspillera, enmarcada dentro un arco de medio punto. Este está decorado con dos arquivoltas decoradas con bolas, que se apoyan en un par de columnas. El capitel del lado izquierdo tiene esculpidas dos águilas, mientras que el del lado derecho tiene dos leones.

El tejado se apoya en una cornisa decorada con bolas, que se apoya en canecillos esculpidos con motivos geométricos y vegetales.

La puerta de acceso se encuentra en el muro sur. Está formada por tres arquivoltas de medio punto en gradación. La más interior está decorada con flores de cuatro hojas circunscritas. La central, en cambio, está decorada con forma de bocel y grandes bolas. La más exterior, por su parte tiene tres motivos diferentes: entrelazados, bolas y ajedrezados.

La arquivolta central se apoya en dos columnas con los capiteles esculpidos. En el del lado izquierdo encontramos dos leones, mientras que en el capitel derecho encontramos a Sansón con el león en una de las caras y otro león mordiendo a un hombre estirado en el suelo en la otra.

Protegiendo la portalada encontramos una galería porticada. Está formada por dos grupos de tres arcos, situados a ambos lados del arco de entrada. Los arcos se apoyan columnas dobles o cuádruples, que tienen capiteles de tipo vegetal. Los arcos están reseguidos por un friso de puntas de diamante. En el lado este encontramos otro arco, que permite el acceso al pórtico. Entre 1982 y 1983 se desmontó completamente la galería, que estaba cegada, y se volvió a montar piedra a piedra.

En el muro norte encontramos otra puerta, mucho más sencilla. Está formada por dos arquivoltas. Como en el caso de la puerta del muro sur, la arquivolta interior está decorada con flores circunscritas. La segunda arquivolta se decora con un bocel y bolas.