El lugar de la Laguna aparece documentado por primera vez en el año 942, cuando el conde Sunifred II de Cerdaña-Besalú hizo algunas donaciones al monasterio de Sant Miquel y Sant Germà de Cuixà de algunas posesiones, entre las que se encontraba la iglesia de Sant Vicenç de la Laguna.

En 1267 aparece mencionado un castrum de ça Laguna. La torre circular, hoy medio en ruinas, que hay al lado de la iglesia es el único vestigio que se ha conservado. Actualmente tiene una altura aproximada de 9 metros, dividida en dos plantas, la inferior estaba cubierta con una bóveda de piedra, de la que se conserva el arranque.

Fue construida este mismo año para prevenir las invasiones francesas hacia la Cerdanya, pues en aquella época, la frontera franco-catalana estaba situada por encima de Puigbalador.

Conocida como Le Capil, su función era de vigilancia. Era el centro de un dispositivo conectado, mediante señales ópticas, con las torres de Els Angles, Prats de Balaguer, Fetges, La Quillane y Ovança, desaparecidas en su mayoría.