Edificio del siglo XII, estaba situado dentro de los dominios del castillo de Jorba. Siempre ha hecho las funciones de capilla de la Sala, una posesión de los señores de Jorba. El término aparece documentado por primera vez en el año 960, cuando el conde Borrell dio al obispo de Vic el castillo de Tous, que limitaba con el de Jorba. En cambio, la iglesia no aparece hasta en 1185, en el testamento de Guerau de Jorba, momento en que la dotó con todo lo necesario para poder celebrar el culto, varios bienes y rentas y estableció que un cura celebrara misa cada día por su alma.

Está formada por una única nave rectangular acabada en un ábside semicircular. En la parte central se abre una ventana de medio punto y doble derrame. El aspecto actual de la ventana corresponde a una reforma posterior.

La nave está cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntada. Bajo las pinturas murales modernas se intuyen unos arcos torales.

En el muro norte se practicó una arcada, en el interior de la cual hay un altar moderno.

En el muro sur se abre una ventana de medio punto y de doble derrame. En este caso es original románica.

La portada la encontramos en el muro del sur y es el elemento más destacado de toda la edificación.

Rodea la puerta un arco de medio punto hecho con grandes dovelas enmarcado por cuatro arquivoltas. La más exterior está esculpida con motivos geométricos en forma de zigzag, que forman una serie de X.

La segunda arquivolta está decorada con la repetición de un motivo formado por tres semicírculos concéntricos y hojas vegetales.

En el centro del arco, los círculos concéntricos se entrecruzan formando una cruz.

La tercera arquivolta vuelve a tener un motivo en zigzag pero menos elaborado que el del exterior. La más interior está formada por una moldura cilíndrica. Esta se prolongaba hacia el suelo mediante dos columnas con capiteles, que desgraciadamente han desaparecido y los que sólo queda el testimonio de una fotografía antigua.

La parte interior de este arco está decorado con motivos florales en forma de aspa.

Los arcos descansan en unas impostas decoradas con motivos geométricos y florales.

Corona el edificio un campanario de espadaña de dos pisos.

Adosada al templo por el sector de poniente hay una construcción, que sirvió de vivienda para unos ermitaños que tenían cuidado de la capilla hasta 1823.

Desde aquí queremos agradecer al propietario de can Cansalada las facilidades que nos dio para poder visitar el interior del templo y así poderlo fotografiar.