Provincia de Barcelona


Santa Maria de Tagamanent
(Tagamanent, Vallès Oriental)

41º 44,860'N ; 2º 17,764'E    




Templo situado cerca de la frontera del condado y del obispado de Osona, hecho gracias al que nos han llegado numerosas noticias a lo largo de los siglos.


La iglesia aparece documentada por primera vez el año 993, en la relación de unos alodios situados en la zona del Congost, que le cedió el conde Borrell. Era una posesión de los vizcondes de Osona, posteriormente de Cardona. En 1098, el vizconde Folc II y obispo de Barcelona, la cedió al monasterio de Santa Fe de Conques, en el Llenguadoc, para que fundaran un monasterio. El vizconde murió un año más tarde. Sus sobrinos no estaban de acuerdo con esta cesión, que todavía no se había materializado, y pusieron el templo bajo la tutela del monasterio de Sant Pere de Casserres, también propiedad de los vizcondes de Cardona.


Desgraciadamente el monasterio de Casserres entró en decadencia muy pronto. Por este motivo no se llegó a establecer ninguna comunidad de monjes en el Tagamanent y desde el monasterio se dedicaban simplemente a nombrar el sacerdote que atendía la iglesia y a cobrar una parte de las rentas. Desde la segunda mitad del siglo XIV pasó a ser una simple parroquia dependiente  del obispado de Vic.

A finales del siglo XVI se reformó el templo, añadiéndole dos naves laterales y la capilla del Roser. También se suprimió el campanario de espadaña para construir uno de nuevo de planta cuadrada.


A mediados del siglo XVIII la iglesia empieza a sufrir un cierto abandono, pese a que en 1736 se construyó una gran rectoría junto al templo, que se acentuará durante el siglo XIX.

Rectoría  


En 1940 se trasladó la parroquialidad a la capilla de Santa Eugenia de Congost, después de que durante la Guerra Civil fuera profanado el templo.


A finales del siglo XX fue adquirida por la Diputación de Barcelona, que la restauró.

El edificio actual ha dejado bastante oculta la impronta románica, debido a las reformas hechas durante los siglos XV y XVI. Se conserva la nave central, que había sido la iglesia románica primitiva. Se conservan gran parte de los muros laterales y la bóveda de cañón, ligeramente apuntada, con que está cubierta. Está reforzada con arcos fajones, que descansan en ménsulas. A la nave central se le añadieron dos naves laterales, cubiertas con bóvedas de crucería góticas.


El ábside fue eliminado para construir un cambril, que por la parte exterior se apoya en dos altos arcos de medio punto.

Cabecera   Exterior del cambril


La puerta de acceso se reformó en época gótica. Está formada por tres arcos ligeramente apuntados y sencillamente decorados con una incisión en el extremo interior.


En el extremo izquierdo de la fachada, bajo la ventana, podemos ver un elemento reaprovechado. Se trata de una pieza rectangular esculpida con elementos florales.