Antigua capilla, que se encontraba en el término del castillo de Albarells. Estaba al pie del camino real que unía Barcelona con Lleida, de ahí que cumplía las funciones de hospital para los viajeros.

En 1259 fue donada, con todas sus posesiones, al monasterio de Santa Cecilia de Montserrat. El cenobio impulsó la construcción de un pequeño priorato alrededor de la capilla. Cuando el monasterio de Santa Cecilia fue incorporado al de Santa María de Montserrat , el priorato corrió la misma suerte. Como que por aquellas fechas ya no existía ninguna comunidad en Santa María del Camí, el culto de la capilla se encargó al rector de Sant Martí de Albarells. En 1868 se convirtió el antiguo priorato en la sede de una nueva parroquia.

En 1919 debido al aumento de feligreses se hizo necesario construir un nuevo templo. Por suerte no se destruyó esta capilla y el nuevo templo se edificó a pocos metros del antiguo.

Está formado por una pequeña nave, cubierta con una bóveda de medio punto y rematada al este por un ábside semicircular.

En los muros laterales se abrieron dos arcos de medio punto, a modo de capillas, creando un falso transepto, no visible desde el exterior.

Inicialmente el templo estaba iluminado por la ventana que se abre en la parte central del ábside, pero posteriormente se abrió un ojo de buey en la capilla del lado sur.

En el centro del ábside se abre otro ojo de buey, en este caso formado por dovelas radiales, que tienen esculpidos tres círculos y enmarcado por un resalte decorado con un motivo de zigzag.

La puerta está situada en el muro norte. Está formada por dos arcos de medio punto dovelados y en gradación. Encima suyo encontramos esculpido el escudo de Santa Cecilia de Montserrat.