Se empezó a construir en el siglo XIII, sobre la iglesia parroquial de Santa Maria. El año 1436 se fundó la colegiata por el vizconde de Castellbó Eugeni IV. 

El templo es básicamente gótico, si bien mantiene todavía una tradición constructiva y escultórica románicas. Tiene una gran nave acabada en una cabecera trilobulada, con un gran ábside principal y dos absidiolas en los muros norte y sur. Todos ellos tienen planta semicircular y fueron construidos en época románica.

El templo ha sufrido numerosas modificaciones. Se añadieron capillas laterales y se rehizo la bóveda en varias ocasiones. En 1955 se produjo la última restauración, dotando el interior de un aspecto neomodernista.

La fachada se encuentra en el muro de poniente. Está formada por tres arcos apuntados en gradación. Dos parejas de columnas sirven de soporte a las arquivoltas. Sus capiteles están esculpidos con motivos vegetales estilizados.

La forja de la puerta, a pesar de haber sido realizada a finales del siglo XIV o principios del XV, es de tradición románica.

Sobre la puerta hay un friso decorado con bolas y dos cabezas humanas.

Volvemos a encontrar unas bolas en el círculo más exterior del ojo de buey que se abre en este muro.

Corona la fachada un campanario de planta rectangular muy amplio de tres ojos, sobre el que encontramos uno de más pequeño de espadaña con dos pisos de pequeños arcos.