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	Provincia de Lleida 
 Sant Pere d'Àger  (Àger, La Noguera)  Los orígenes de este edificio se remontan a principios 
del siglo XI. Pese a las tensiones y conflictos con el obispado de Lleida, la 
comunidad vivió un periodo de esplendor durante los siglos XII y XIII. Fue a 
partir del siglo XV, que la canónica entró en decadencia, debido básicamente a 
la despoblación de la zona. En el siglo XVI se convirtió en colegiata y en archiprestado, que conservó su jurisdicción hasta el año 1874 en que se unió a la 
diócesis de Lleida.  Está construida dentro la muralla que rodeaba el castillo 
y la propia canónica. Del castillo se conservan la parte baja de un edificio 
rectangular y algunas torres. La fortificación parece tener sus orígenes en la 
época islámica (s. IX) y la última fase constructiva se desarrolló durante el 
siglo XI.  De la canónica nos ha llegado parte de la iglesia, así 
como diferentes dependencias del sótano, construido para salvar el desnivel de la 
zona. La planta original del templo era de tipo basilical con tres naves 
cubiertas con vuelta de cañón. Sobre los brazos del crucero, que prácticamente 
no sobresale del cuerpo rectangular que forman las naves, se levantaban dos 
campanarios de torre. El del lado derecho todavía se mantiene en pie, coronado 
por una espadaña.  La cabecera está formada por tres ábsides semicirculares. 
Los laterales están construidos dentro del muro y no sobresalen al exterior. El 
ábside central, en cambio, se levanta majestuoso por encima del pueblo de Àger. 
La cabecera, debido a su ubicación, fue integrada en la muralla de la zona del 
castillo. Debido a esta función defensiva, el ábside es muy austero y únicamente 
está decorado con un friso de arcos ciegos lombardos. La decoración es mucho más 
rica en la parte interior dónde podemos encontrar cinco arcadas sustentadas en 
columnas con capiteles decorados, los cuales se encuentran bajo una línea de 
imposta decorada. Los cinco capiteles que todavía se conservan al ábside nos 
permiten hacernos una ligera idea del esplendor que tuvo el templo, donde se 
podía encontrar unas de las muestras más interesantes de la escultura del siglo 
XI. Desgraciadamente, el paso de los siglos ha hecho que se haya perdido parte 
de este patrimonio o que se encuentre dispersado entre diferentes museos o por 
algunas fachadas del pueblo. A ambos lados del ábside encontramos una pequeña 
puerta que comunica con los ábsides laterales.  El templo también estaba decorado con pinturas murales 
del siglo XII. Los pocos fragmentos que nos han llegado se conservan al Museu 
Nacional d'Art de Catalunya . Corresponden al ábside y en ellas se puede 
ver a los apóstoles Judas Tadeo y Santiago vestidos según la tradición romana. 
 En el siglo XIV se alargó la nave y se construyó un nuevo 
claustro gótico en sustitución del original románico. La fachada actual tiene 
tres puertas con dovelas. La central está en un nivel ligeramente más bajo
  para permitir el acceso al piso inferior del templo.  Conocida como Santa Maria la Vieja, el piso inferior de 
la iglesia presenta también una planta bastante original, que recuerda fuerza a 
los edificios prerrománicos, aun cuando fue construida en llena época románica. 
Tiene tres naves separadas totalmente entre ellas. La nave central tiene 
mayores dimensiones y actualmente la podemos dividir en cuatro partes. La 
primera ha perdido la cubierta, pero todavía son visibles los puntos dónde se 
iniciaba la vuelta de cañón que la cubría y las columnas que decoraban sus 
paredes. La segunda parte tiene las mismas características que la primera, si 
bien se ha mantenido en pie la cubierta de vuelta de cañón. En la tercera parte 
se modificaba la estructura de la nave, siguiendo el criterio de las criptas 
románicas catalanas de la época cómo puede ser la de Sant Vicenç de
  Cardona, en 
la que el espacio se dividía en tres sectores a través de unas columnas, de las 
cuales arrancaban los arcos que sustentaban las vueltas de arista. El último 
tramo coincide con el ábside principal del templo superior y estaba iluminado 
por tres ventanas en forma de saetera.  A cada lado de la nave, tal y como también sucede en el 
piso superior, encontramos una puerta que comunica con la cabecera de las naves 
laterales. Estas cabeceras están separadas de las naves a través de un arco de 
medio punto. Se trata de un recinto de reducidas dimensiones dónde la bóveda de 
cañón arranca prácticamente desde el nivel del suelo.  |