Situada dentro del antiguo término del castillo de Calders y de la parroquia de Sant Pere de Viladecavalls. Siempre fue una capilla rural, si bien en el siglo XIV aparece citada como parroquia. Las primeras noticias datan del año 1185. Unos años más tarde, en 1206, Guillem de Calders dio en su testamento dos masías y unos molinos de Pont (de Cabrianes ), además de cien sueldos para el cuidado de la iglesia y para comprar libros.

En 1936 fue profanada y desde entonces no se ha abierto al culto.

La iglesia que podemos contemplar hoy en día se construyó en época gótica, siguiendo la tradición románica. Se aprovecharon los cimientos y parte de los muros románicos, si bien en algunos sectores se construyeron unos nuevos justo al lado.

El templo es de reducidas dimensiones, con una sola nave rematada al este con un ábside semicircular. La nave se cubre con una bóveda de cañón, mientras que el ábside tiene una bóveda de cuarto de esfera.

La puerta de acceso la encontramos en el muro de poniente. Está formada por un arco de medio punto con grandes dovelas y decorado con una sencilla moldura por la parte interior.