Templo situado dentro del antiguo término del castillo de Oristà, en el lugar de Llanars. Este lugar aparece documentado por primera vez en el año 997, cuando el abad Sunifred donó al monasterio de Sant Benet de Bages, que él mismo presidía, varios alodios en esta zona, entre los que se encontraba uno situado en la zona de Llanars.

La iglesia no aparece en ningún documento hasta el año 1034, cuando se menciona en el testamento de Doda, esposa de Guisad I de Lluçà.

Fue parroquia, hasta que debido a la despoblación provocada por la peste negra, perdió esta condición y pasó a depender de Santa Eulàlia de Pardines. En 1787 pasó a depender de Sant Vicenç de Prats de Lluçanès.

En 1936 fue profanada y desde entonces, si bien se ha restaurado ligeramente,  no se celebra el culto.

Nos encontramos ante un templo del siglo XI, que fue modificado a lo largo del siglo XII.

Es de reducidas dimensiones, con una sola nave, cubierta con una bóveda de cañón de perfil apuntado. En el muro norte encontramos adosados dos arcos formeros, a modo de arcosolios. 

Su cabecera está formada por un ábside semicircular liso, en el que se abre una ventana de medio punto abocinada.

La puerta de entrada se encuentra en el muro sur y está formada por un sencillo arco de medio punto dovelado. En este mismo muro se abre otra ventana de medio punto abocinada.

Completa la iluminación del templo una ventana en forma de cruz, que hay en la parte alta del muro oeste.

Sobre este mismo muro se levanta un campanario de torre. Tiene planta cuadrada y una cubierta a dos aguas.

En el piso inferior se abre una gran ventana de medio punto en cada uno de sus muros. En el nivel superior encontramos dos ventanas geminadas, pero de poca altura debido a que han sido parcialmente cegadas. Están dividías por una pequeña columna con un capitel troncopiramidal muy simple. En todos los casos, los arcos de las ventanas están extradosados.