En el siglo XII, durante el reinado de Fernando II, se empezó a edificar la cabecera del templo y parte del muros perimetrales, pero al poco tiempo se pararon las obras. No fue hasta finales del siglo XIII que se terminó el crucero y las bóvedas de las naves. No fue hasta el siglo XVI que se finalizaron las obras.

El templo tiene tres naves acabadas en una cabecera con cinco ábsides semicirculares. El principal es de mayores dimensiones que el resto. La decoración exterior es muy simple. Un friso de arcuaciones apoyado en ménsulas esculpidas recorre los cinco ábsides por la parte superior. El ábside principal y los laterales más próximos a éste están divididos por dos líneas de imposta. Los más exteriores sólo tienen una. El principal también está dividido verticalmente por dos columnas con los capiteles decorados con motivos vegetales. Las ventanas que se abren en sus muros son de medio punto y están decoradas con una o dos arquivoltas apoyadas en finas columnas que tienen los capiteles decorados con motivos fitomórficos.

Las naves laterales están cubiertas con bóvedas de arista mientras que la central tiene una bella bóveda estrellada. En el transepto encontramos una bóveda de cañón apuntada. Los arcos formeros y los arcos fajones son apuntados y se apoyan en capiteles fitomórficos. Las columnas adosadas y los arcos formeros están decorados con motivos geométricos. Los arcos fajones de la nave principal tienen esculpidas unas bolas que las recorren de lado a lado.

En los dos lados del transepto se abren dos portaladas románicas. La del lado meridional es la más interesante. Está formada por tres arquivoltas de medio punto en gradación decoradas. La más exterior tiene esculpidas palmas, la central unas flores y en la más interior vemos a Adán y Eva, los símbolos de los cuatro Evangelistas, una figura orando y una cabeza de león. Las arquivoltas se apoyan en tres pares de columnas con capiteles decorados con motivos vegetales. El conjunto se completa con un bello tímpano esculpido, que recuerda al de la Basílica de San Isidoro de León. En él se representa al Agnus Dei rodeado de cuatro ángeles.

La portalada del lado septentrional también está formada por tres arquivoltas de medio punto en gradación decoradas con motivos vegetales y florales. Son los mismos elementos que encontramos en los capiteles dónde se apoyan. También podemos ver algún ser animal. A diferencia de la otra portalada, esta no tiene tímpano.  Sobre este lado del transsepte se levanta la torre campanario. Se construyó a finales del siglo XIII y tiene una distribución bastante irregular dónde predominan las ventanas ojivales. 

A los pies de la nave hay una tercera puerta de acceso al templo, construida en el siglo XVI siguiendo los criterios del renacimiento. Su color blanco contrasta con el tono de la piedra del resto del edificio.