La iglesia fue construida en el año 1081, tal y como consta en uno de los canecillos esculpidos del templo. En él se ve a un religioso con un libro abierto donde figura la fecha de la construcción. Es el primer edificio románico de la provincia y uno de los primeros de la península.  

Está formada por una sola nave, que tiene cubierta de madera, acabada en un ábside semicircular. Este es liso, a excepción de la ventana que hay en el centro del tambor absidal. Dos arquivoltas de medio punto protegen la pequeña ventana abocinada por la parte interior. La arquivolta interior está apoyada en dos columnas con los capiteles esculpidos. Protege el conjunto un guardapolvo ajedrezado, que se une con la línea de imposta.

Completan la decoración del ábside los canecillos esculpidos bajo el tejado. 

Cerca del ábside encontramos adosada la torre de campanario. Fue añadida posteriormente. Está formada por dos cuerpos claramente diferenciados: el inferior de piedra y el superior de ladrillo. En el piso inferior, encontramos una ventana en forma de aspillera, protegida por una arquivolta de medio punto. Tanto la arquivolta, como los capiteles de las columnas dónde se apoya, están decorados con motivos vegetales. En los pisos superiores, se abren grandes ventanas de medio punto para permitir la colocación de las campanas. 

El elemento más destacado de la iglesia de San Miguel es su galería porticada, adosada al  muro sur. Se cree que fue la primera galería construida en la península. Está formada por siete arcos de medio punto en el lado sur, que representarían las siete primeras iglesias del cristianismo y la perfección, dos en el lado este y uno en el oeste.

Los capiteles y las columnas están tallados de una manera muy tosca y arcaica. La decoración de los capiteles es muy variada y no responde a motivos religiosos. Tiene claras influencias orientales e islámicas. Podemos encontrar personajes con túnica y turbante reunidos, luchando contra animales, o resguardados en una fortaleza, probablemente una alcazaba árabe. También encontramos una bailarina desnuda, un camello, una elefante y un pavo real, entre otros animales. 

La galería porticada protege la puerta de acceso al templo, situada en el muro sur. Está formada por cinco arquivoltas, que se apoyan en dos parejas de columnas con algunos capiteles historiados, si bien estan muy deteriorados.

Bajo el tejado de la galería encontramos algunos canecillos esculpidos, entre los que se encuentra el que tiene la fecha de la construcción del templo. 

También encontramos canecillos esculpidos bajo el tejado del muro sur y el ábside. La erosión que han sufrido con el paso de los años hace que no sea posible identificar los motivos con que fueron tallados. También la erosión es la culpable de la práctica desaparición de la decoración de las dos ventanas que hay en el muro sur, protegidas por una arquivolta con columnas y capiteles esculpidos.

Con respecto al interior del templo es muy sobrio. Actualmente acoge un museo de arte religioso, lo que permite que se pueda visitar sin problemas. 

El ábside estaba decorado con pinturas murales de época gótica. En la actualidad sólo quedan algunos fragmentos dónde se divisan algunas figuras, por debajo de una línea de imposta ajedrezada. 

También son interesantes los capiteles del arco triunfal, que están esculpidos con leones y caballos.