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	Castilla y León - Provincia de León
 	
    Santiago de Peñalba
 
    (Ponferrada, El Bierzo)
 
42º 25,636'N ; 6º 32,448'O   
 
  Desde Ponferrada podemos realizar una bella excursión que nos lleva hasta la 
  población de Peñalba de Santiago. La carretera es larga, empinada , llena de
  curvas y muy estrecha, en muchos momentos no caben dos coches y a un lado 
  tenemos la roca de la montaña y a la otra el precipicio. Una vez decides
  tomar esta carretera no tienes demasiadas opciones de echarte atrás... De todas
  formas el "sufrimiento" 
  tiene su recompensa con las bellas vistas de su paisaje y por la belleza 
  de este pequeño pueblo. Los coches tienen la circulación prohibida por su 
  casco urbano y esto nos permite disfrutar con todos los sentidos de la paz y 
  el encanto de este lugar. A continuación podéis ver una pequeña muestra de 
  esto que os acabo de explicar. Es un buen punto de partida de  muchas rutas de 
  senderismo por el Bierzo.
 
  En el centro del pueblo encontramos el templo dedicado a Santiago. Según 
  consta en una losa de mármol que hay en San Pedro de Montes, las primeras 
  noticias de un asentamiento religioso cristiano en esta zona las encontramos 
  en el siglo VII, cuando San Fructuoso construyó un pequeño oratorio, que 
  posteriormente San Valerio amplió. A finales del siglo IX fue restaurado 
  por San Genadio y doce hermanos más. Este religioso es el protagonista de una 
  de las leyendas de la zona. La tradición dice que buscando más 
  tranquilidad, se retiró por poder rezar en una de las numerosas cuevas que 
  podemos encontrar por las cercanías. El sonido del río Oza no lo dejaba orar 
  y le ordenó que no hiciera más ruido. Entonces las aguas se introdujeron 
  dentro la roca, saliendo al exterior unos metros más abajo. Es por este motivo 
  que popularmente se conoce este lugar como el Valle del Silencio.
 
  San Genadio escribió su autobiografía en el año 919, que todavía se conserva, con 
  el nombre de Testamento. En ella explica que después que se hubieran 
  creado los monasterios de San Pedro de Montes y de San Andrés fundó un 
  cenobio en honor a Santiago en el lugar de Peñalba.
 
  El templo actual fue edificado en el siglo X en estilo mozárabe.  Se cree que 
  en el año 937 ya estaba muy adelantado y prácticamente acabado, si bien no se 
  consagró hasta el año 1105, tal y como consta en el interior del templo.
 
  La decadencia del monasterio empieza a mediados del siglo XIII, cuando Alfonso
  IX cede todos los bienes  del monasterio a la catedral
  de Astorga.  Del cenobio sólo nos ha llegado la iglesia, gracias a su 
  función de parroquia.
 
  El templo está formado por una sola nave con un ábside orientado al este y un
  contraabside o ábside secundario, orientado hacia el oeste. Adosadas a los dos 
  lados de la nave, encontramos dos capillas laterales, formando un falso
  transepto. Desgraciadamente mi visita coincidió con tareas de restauración y 
  el templo no estaba abierto al público. Por suerte conseguí poder hacer una 
  única fotografía después de insistir mucho a los operarios que estaban 
  trabajando.
 
  El ábside este tiene forma rectangular desde el exterior, semicircular 
  ultrapasado o de herradura por la parte interior. Un precioso arco de 
  herradura lo separa del resto del templo. Los capiteles de este arco, como los 
  del resto del templo, son de tipo corintio.
 
  La nave tiene planta rectangular y está dividida en dos tramos por un arco de 
  herradura. Cada uno de los tramos tiene diferente altura. El más próximo a la 
  cabecera es el más alto. Exteriormente parece que se trate de un cimborio. 
  Está cubierto con una cúpula arcaica. El segundo tramo de la nave es más bajo 
  y se cubre con bóveda de cañón.
 
  A ambos lados del primer tramo de la nave se abren las capillas laterales.
 
  El ábside del lado oeste es similar al del lado este, con planta rectangular 
  por el exterior y de herradura por la parte interior. Por la parte exterior se 
  puede ver una ventana, que todavía conserva restos de una celosía.
 
  Parte de los muros todavía conservan restos de decoración pictórica.
 
  En el muro sur encontramos la puerta de acceso al templo. Está formada por dos 
  arcos geminados de herradura que se apoyan en tres columnas de mármol. Sus 
  capiteles están tallados con hojas de acanto siguiendo el modelo corintio. Las 
  dovelas de los arcos están finamente talladas, creando un conjunto de notable 
  belleza.
 
  En el muro norte, encontramos otra puerta, mucho más sencilla y formada por un 
  único arco de herradura.
 
  Se añadió un campanario de espadaña en el siglo XVII, a los pies de la nave. 
  Se construyó separada del ábside oeste, pero se unía a él mediante una 
  escalera, que ha desaparecido con el paso de los siglos. En la actualidad 
  tiene la apariencia de ser un cuerpo exento.
 
  En el muro norte, en el tramo correspondiente al ábside oeste, encontramos 
  adosado un sepulcro románico del siglo XII. Se construyó con piezas reaprovechadas,
  por eso la irregularidad de las dovelas de sus dos 
  arcos. Estos se apoyan en tres columnas con capiteles corintios, tallados de 
  una manera muy tosca.  
 
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