Galicia - Provincia de Lugo
Catedral de Santa María
(Lugo)
43º 00,548'N ; 7º 33,484'O
Las primeras noticias de la ciudad de Lugo las tenemos en el momento de su
fundación en 25 aC. Dos legiones romanas deciden establecerse en el lugar que a
partir de ese momento se pasó a conocer como Lucus Augusti.
De
la dominación romana se conservan sus impresionantes murallas, que rodean
totalmente la parte antigua de la ciudad con un perímetro de más de 2
kilómetros y también unas termas.
En
1129 el maestro Raimundo de Monforte comienza a construir un templo románico,
pues el templo del siglo VIII, hecho construir por el obispo Odoario, se
encontraba muy deteriorado y amenazaba ruina.
Esta nueva catedral se construyó con planta de cruz latina, con tres naves,
transepto y cabecera formada por tres ábsides semicirculares.
La
nave principal fue construida siguiendo el modelo creado por la catedral de
Compostela, con un bello triforio.
Las naves aún conservan buena parte de los elementos con que fueron
construidas en el siglo XIII.
Entre ellos cabe destacar los capiteles, básicamente de temática vegetal,
aunque podemos encontrar también con animales esculpidos.
La
construcción del templo se prolongó hasta el año 1273, permitiendo la entrada
de las formas góticas, como los arcos formeros y fajones apuntados.
La
nave central está cubierta con una bóveda de cañón, ligeramente apuntada.
En
las naves laterales encontramos tramos cubiertos con bóveda de cañón y también
bóvedas de arista.
La
cabecera románica fue derruida entre 1320 y 1360 para construir una nueva
gótica.
Está formada por un ábside con deambulatorio y capillas radiales.
En
época barroca se construye la sacristía, la sala capitular, el claustro y se
reforma la capilla central de la girola, donde se venera la imagen barroca de
la Virgen de los ojos grandes, patrona de Lugo.
La
fachada oeste, actualmente en restauración, fue construida a principios del
siglo XIX.
Pero sin duda el elemento más interesante del templo es la portada norte del
transepto, datada en el siglo XII.
La
protege un porche del siglo XVI, cubierto con una bóveda de crucería.
La
puerta está formada por tres arquivoltas de medio punto, protegidas por un
guardapolvo y con dintel bilobulado.
En
la unión de los dos lóbulos del dintel encontramos un colgante, esculpido con
la escena de la Santa Cena.
Centrada en el tímpano, destaca la imagen esculpida de Cristo dentro de una
mandorla.
Su
estilo es delicado y la talla muy fina, como se puede observar en los pliegues
del manto.
Su
estilo nos recuerda a los maestros borgoñones que trabajaron en la península,
en templos como
San Vicente de Ávila , Santiago de Carrión de los Condes o Santa María de
Aguilar de Campoo.
Las obras de restauración que se están llevando a cabo tanto en el interior
como en el exterior del templo y su mala iluminación, no nos
permiten ofrecer, de momento, más y mejores fotografías de esta catedral.
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