| 
 
	Aragón - Zaragoza
 	
	Iglesia de Santa María
 
    (Uncastillo, Cinco Villas)
 
42º 21,566'N ; 1º 7,977'O   
 
	En uno de los extremos de la población podemos encontrar este templo dedicado
    a Santa Maria. El edificio actual se construyó en el siglo
	XII, si bien previamente ya existía un templo con esta advocación. Fue consagrado en 1155. 
 
 
	El templo está formato por una única nave cubierta con bóveda de cañón. Esta está dividida en seis tramos mediante arcos fajones de 
	medio punto, ligeramente apuntados, que se encuentran apoyados en columnas adosadas a pilastras y con los capiteles esculpidos. 
	Destacan las imágenes de contorsionistas, músicos, la de un avaro con el bolso de dinero al cuello y las de luchas entre dos hombres 
	o entre un hombre y una mujer. El ábside es semicircular y está decorado internamente con un conjunto de arcos de medio punto 
	adosados al muro. Los capiteles están esculpidos básicamente con motivos vegetales y animales, si bien podemos encontrar también 
	seres humanos. Lamentablemente, durante mi visita se estaba celebrando un funeral en el templo y no pude disfrutar de esta maravilla. 
 
	Exteriormente el ábside se presenta como una gran estructura de sillares finamente cortados. Como el resto de muros del templo 
	(a excepción del que se encuentra a los pies de la nave nave) está reforzado por contrafuertes que lo dividen en cuatro espacios. 
	Cada uno de ellos tiene una ventana de medio punto en su parte central. Esta está decorada con una arquivolta que se apoya en 
	capiteles esculpidos. Por encima de ella podemos encontrar un guardapolvo. Recorre horizontalmente el cilindro
    absidal una imposta.
 
    Bajo el tejado podemos ver un friso de estilo jaqués que se apoya en interesantes canecillos esculpidos. Su estado de conservación 
    es bastante bueno y gracias a ello podemos disfrutar de un montón de escenas en las que se
    ve a hombres y mujeres en diferentes 
    actitudes: bailando, tocando instrumentos, abrazados, ... 
 
    En el muro sur podemos encontrar otro de los elementos más interesantes de este templo: su portalada lateral. 
    Está formada por tres arquivoltas de medio punto ricamente decoradas. Está situada entre dos contrafuertes y enmarcada por una gran 
    arco de medio punto. La forman tres arquivoltas ricamente decoradas. 
 
    En la más exterior podemos encontrar toda una colección de bellas figuras colocadas, aparentemente, sin un orden lógico. Algunos motivos 
    esculpidos son similares a los que podemos ver en los canecillos del ábside. Así podemos encontrar diferentes personajes tocando instrumentos 
    o una pareja a punto de empezar a bailar, acróbatas haciendo contorsionismo, una pareja que sostiene un plato, un hombre degollando un 
    cordero, tres hombres juntos sentados, un hombre que parece tocarle el pecho a una mujer, dos aves entrelazadas que se pican las patas,
    entre otras  muchas bestias... Un conjunto de figuras bellamente esculpidas colocadas una a continuación de la otra 
 
    La segunda arquivolta está formada por unos personajes que se asoman en una
    especie de barandilla. Es curioso ver como el artista los esculpió de tal
    manera que podemos ver la cabeza y los brazos por sobre la barandilla,
    mientras que las piernas se ven por debajo. 
 
   En la arquivolta más interior las figuras están distribuidas en dos hileras.
 
   Las arquivoltas se apoyan en seis de columnas. Las 
centrales son lisas, mientras que las de los extremos son helicoidales. Sus 
capiteles están ricamente tallados con motivos historiados. El capitel situado más 
a la derecha representa a unos demonios con el alma de un pecador. Un demonio, 
representado con cara de perro, tira fuego sobre el condenado. En un extremo,
   San Miguel observa el alma descarriada. El capitel central del lado derecho 
nos muestra la huida a  Egipto, mientras que el más interior se representa la 
expulsión de  Adán y Eva del Paraíso. 
 
   En el lado izquierdo encontramos representado un funeral. Lo podemos ver en el 
capitel más exterior, donde se observa a un difunto en su ataúd y tres personas 
que lo velan. En la otra cara del capitel se ve como su alma es subida al 
cielo por dos ángeles. En el capitel central vemos a dos personajes que cabalgan 
sobre dos fieras, que han perdido la cabeza.  En el tercer capitel vemos 
representada la lucha entre un caballero y dos personas a pie. 
 
    
    Por encima de las arquivoltas, encontramos una línea de 
imposta decorada. Justo encima suyo encontramos empotradas dos figuras, que 
parecen ser aprovechadas de otro lugar. En una de ellas se representa un Cristo 
en Majestad. A su lado, un evangelista que ha perdido el rostro. Las trazas de 
estas figuras recuerdan las de la escena de la Epifanía que hay en la otra 
portalada del templo. Esto hace pensar que quizás formaban parte de 
una antigua portalada románica, hoy desaparecida. 
 
  En época renacentista se añadió al templo un claustro 
adosado en el muro izquierdo. También se construyó un atrio y un coro en los 
pies de la nave, eliminando la antigua fachada. Sobre la nueva puerta de acceso 
se colocó la escena de la Epifanía antes citada. Se trata de un conjunto de 
imágenes presididas por la Virgen que tiene al Niño en su regazo. A su izquierda 
los tres Reyes presentan sus ofrendas. A la derecha San José mirándoselo. 
 
 |