CAPÍTULO XVII

    Esa noche empezó el deshielo. En toda la ciudad de Viena la nieve se derretía dejando en descubierto las horribles ruinas. Las varillas de acero colgaban como estalactitas y los demás andamios oxidados asomaban como osamentas entre el barro gris. Los entierros resultaban mucho más fáciles que una semana antes. Ya no había necesidad de perforadoras eléctricas para abrir la tierra helada. Cuando tuvo lugar el segundo entierro de Harry Lime, hacía casi tanto calor como en un día de primavera……

…….. Lo vi alejarse sobre sus largas piernas, detrás de la joven. La alcanzó y siguieron caminando juntos. Creo que no le dirigía la palabra. Era como el fin de una historia, salvo que antes de desaparecer de mi vista ella se había apoyado en el brazo de él, que es como las historias generalmente comienzan…..

…….. Le dicen que es imposible pagar al mismo tiempo Estocolmo y Viena. ¡Pobre Crabbin….! Pobres todos nosotros, si lo pensamos bien.

FIN

© Graham Green. "El tercer Hombre". Salvat Editores, 1986.