Provincia de Barcelona


Sant Ponç de Corbera
(Cervelló, Baix Llobregat)

41º 24,167'N ; 1º 54,845'E




Inicialmente, el antiguo priorato era conocido como Sant Ponç de Cervelló, hasta que a partir del siglo XIII comienza a aparecer en documentos como Sant Ponç de Corbera. La primera noticia escrita sobre este cenobio data del año 1068. Pocos años más tarde, en 1085, aparece como beneficiario del testamento del obispo de Barcelona Humbert de Gelida, que era de la familia de los Cervelló.

Muy pronto se puso bajo la influencia de Cluny, a través del monasterio de Sant Pere de Casserres, que era el cenobio que centralizaba las posesiones en Cataluña de la abadía de Borgoña.

En el siglo XVI comenzó su decadencia con la aparición de priores comendatarios y el descenso de las rentas. En 1590 las rentas del priorato pasaron a ser gestionadas por el Real Colegio de Monjes Jóvenes y Estudiantes de la Congregación Claustral Tarraconense, entidad que en pocos años convirtió el edificio en una sufragánea de Santa María de Corbera, hasta que se abandonó.



Del antiguo monasterio sólo queda en pie la iglesia y algunos muros de las dependencias monacales, sobre los que se edificó una casa.


La iglesia es de una sola nave con transepto. En él se abren tres ábsides semicirculares orientados hacia el este.


La nave, al igual que el crucero, está cubierta con bóveda de cañón, que se refuerza con tres arcos fajones.


Los muros laterales de la nave están reforzados con arcos formeros de medio punto.


Por la parte exterior están decorados de acuerdo con la tradición lombarda con parejas de arcos ciegos entre lesenas.


También los brazos del transepto tienen decoración lombarda.


Por suerte, la situación económica del priorato no permitió modificaciones del templo y éste nos ha llegado sin demasiadas alteraciones.


Los ábsides también siguen la tradición lombarda y están decorados externamente con grandes arcos de medio punto cegados que se prolongan en lesenas.


Por la parte interior los ábsides laterales no tienen ningún tipo de decoración, sólo rompe la uniformidad del muro una ventana de medio punto y doble derrame.


El ábside principal se comunica con los laterales mediante un arco de medio punto.


En el ábside central si que se practicaron tres nichos semicirculares excavados directamente en la parte inferior del muro.


Sobre estos nichos se encuentran las tres ventanas que la iluminan. En las ventanas centrales y sur y en el espacio que hay entre ellas se conservan unos fragmentos de pinturas murales.


El fragmento más importante lo encontramos entre las dos ventanas. Sobre un fondo amarillo vemos unos tallos blancos, que se entrelazan y ramifican. En los espacios que dejan vacíos las ramas cuando se entrelazan, están decorados con motivos florales. En el interior de los tallos encontramos pequeños círculos hechos con color rojo, el mismo color con que está reseguido el contorno de las ramas y flores.


En el intradós de la ventana del lado de mediodía se conservan dos animales dentro de un recuadro. En el espacio inferior vemos un cuadrúpedo con la cola en forma de flor de lis, que algunos autores identifican con un lobo y otros con un león. En el recuadro superior hay una ave con las alas abiertas y en actitud de caminar, que se conserva muy erosionada.


Rodeando el arco vemos un ajedrezado con tonos rojos y blancos.


En el intradós de la ventana central parece que también estaban representados unos animales, como en la otra ventana, pero están tan deteriorados que es imposible identificarlos.


En la hornacina de mediodía vemos una cruz potenzada de color rojo a la que le falta la pata inferior. Bajo la cruz hay una inscripción muy deteriorada, de la que sólo se lee la palabra BORRELL, un nombre muy habitual en la época. En la embocadura del arco hay una cenefa decorada con motivos vegetales.


En esta hornacina se venera una réplica de la talla de la Virgen de la Leche. La original se conserva en el templo de Santa María de Corbera. Se trata de una talla del siglo XIII, que ya nos muestra las trazas del incipiente estilo gótico, con unos pliegues de la ropa mucho más naturales. Sin embargo, aún mantiene características románicas como el hecho de que María no esté mirando a su hijo, a quien le está dando el pecho, si no que tenga una postura hierática.


En el ábside norte, convertido actualmente en sacristía, también se conserva un pequeño fragmento de pintura mural, en el que volvemos a ver una cenefa de tipo vegetal en blanco y rojo. Encima una inscripción medio borrada y de la que sólo podemos leer "..AS .... PERIUN ..".


En la intersección entre la nave y el transepto encontramos una cúpula sostenida por cuatro trompas.


Esta se manifiesta en el exterior a través de un cimborrio de planta cuadrada, poco usual en el románico catalán, pues estas estructuras suelen ser octogonales. También destaca la falta de decoración en este espacio.


Sobre él se alza una torre campanario de planta cuadrada de dos pisos. El inferior presenta una ventana de medio punto en cada uno de los lados, mientras que en el superior encontramos dos ventanas geminadas. Se accede al campanario por una larga escalera que hay sobre el presbiterio, siguiendo la pendiente del tejado.


Las ventanas geminadas tienen una columna terminada en un capitel trapezoidal, decorado con motivos vegetales, hechos por incisión del bisel y por tanto que no sobresalen en superficie.


El templo tenía tres puertas de acceso. En el lado norte se ha abierto una puerta que había estado cegada durante muchos años. Se trata de una puerta hecha con arco de medio punto donde se alternan las dovelas grises y las rojas. El arco está trasdosado con finas losetas. Esta puerta comunicaba con el antiguo cementerio de la comunidad.


En el brazo sur del transepto se abre otra puerta, que comunicaba con las dependencias de los priorato. Es de factura similar a la del lado norte, con la diferencia que en esta caso todas las dovelas están cortadas con piedra rojiza.


Comparando las imágenes de 2006 y de 2016, podemos ver como a alguien se le ha ido la mano con el mortero de cal, perdiendo en cierto modo el encanto de esta antigua puerta.


La puerta principal se encuentra en el muro oeste, a los pies de la nave. Nuevamente es una sencilla puerta de medio punto dovelada con las piedras rojizas, también trasdosada por una hilera de losetas.


Encima encontramos dos grandes ventanas de medio punto.


Corona la fachada un ventanal geminado con el capitel, esculpido con relieves vegetales típicos del siglo XI y muy similar a los capiteles del campanario.


De las estancias del priorato no sabemos casi nada, pues son en la actualidad de propiedad privada. Esto ha impedido que se puedan hacer estudios para determinar si se han conservado algunas estructuras o la construcción de una casa eliminó todo rastro del priorato. La única muestra que podemos ver en la actualidad es una puerta de medio punto, situada cerca de la fachada del templo y que mantiene las características de simplicidad de las puertas de la iglesia.