Situada en el extremo más occidental del término de Talamanca, dependia de la parroquial de Santa Maria. La encontramos documentada por primera vez en los años 1282 y 1294, cuando se le hicieron algunos legados. En 1686 volvemos a encontrar noticias del templo, si bien en este caso para decirnos que los propietarios del mas Escaiola tenían cuidado del templo.

A finales del siglo XIX el templo todavía se conservaba en un buen estado, pero durante la Guerra Civil fue muy destruido y actualmente presenta un estado lamentable, parcialmente hundida.

Nos encontramos con un pequeño templo rural edificado a principios del siglo XIII. Estaba formado por una sola nave, acabada por el este con un ábside semicircular. La nave estaba cubierta con una bóveda de cañón, hoy derrumbada.

En la parte central del ábside, también a punto de derrumbarse, encontramos una ventana con un arco de medio punto dovelado.

La puerta original se encontraba en el muro de mediodía y estaba formada por un arco de medio punto dovelado. Posteriormente se tapió y se amplió el templo por el lado oeste, añadiendo un nuevo cuerpo al templo, en forma de capilla porticada y con estructura de torre fortificada, donde se abrió una nueva puerta.

Cerca del templo hay otra construcción, que aprovechó algunos sillares de la iglesia para su construcción. Podemos contemplar varias piedras procedentes del antiguo portal y destacando una, en la que se esculpió una cruz.

En el Museo Comarcal de Manresa se conserva una cruz procesional de madera del siglo XIV procedente  de este templo.

También se trasladaron hacia la iglesia de Santa Maria unos sarcófagos románicos que estaban incrustados en el cementerio, que había junto al templo.