La iglesia de Santa Maria fue consagrada el año 906 por el obispo de Vic, Idalguer. Se encontraba dentro el término de la ciudad de Roda, hasta que este desapareció. A partir de entonces pasó a depender del castillo de Manlleu. Pere Amat, señor del castillo, mandó construir una nueva iglesia, consagrada en 1086. Su mujer, Guisla de Queralt, ya viuda, tuvo problemas con el obispado de Vic, que provocaron su  excomunión. Mientras tanto el obispo, Berenguer Sunifred de Lluçà, propició la fundación de una canónica agustiniana el año 1102. A partir de entonces la canónica empieza a adquirir poder, llegando a su máximo esplendor durante el siglo XIV. Ya mediados de este siglo empieza el declive, que se culmina el año 1592, cuando el papa disolvió la canónica y la unió al convento dominico de Tremp. 

En época moderna se rehizo en dos ocasiones el templo, primero en el siglo XVIII y posteriormente a mediados del siglo XX.

Del edificio románico sólo se ha conservado una pequeña parte del claustro canonical. Se conservan algunas de las arcadas, que se construyeron en época románica y gótica. Estas se pueden ver en la parte posterior del templo, donde se colocaron en el año 1967, cuando se rehizo la iglesia.

Los pocos testigos que nos han llegado de cómo era el claustro antes de su reubicación, nos dicen que tenía veinticuatro capiteles, de factura muy sencilla y decorados con motivos vegetales. Desgraciadamente se conservan muy pocos, debido a los materiales con que fueron tallados, debido a que se trata de una piedra muy arenosa y que se deshace con facilidad.

Actualmente podemos observar cinco arcos de medio punto, distribuidos en dos galerías: una con tres arcos y una con dos.

Los arcos dovelados se apoyan en columnas cilíndricas lisas, que tienen capiteles mensuliformes.

Entre los capiteles destacan dos, por estar decorados con motivos vegetales, geométricos y una cabeza de toro o de buey.

Se cree que el claustro tenía una cubierta de madera.

Las arcadas de época gótica y renacentista fueron reaprovechadas para construir el atrio que comunica la iglesia con la vicaría.