Desde el año 1904 se conoce con el nombre de Santuario de la Virgen María de Lourdes. Inicialmente el templo dependía de Sant Andreu del Castillo. La primera noticia que encontramos documentada es del año 1011, en que aparece con el nombre de Santa Maria de Tona. También conocemos que la fundaron Miró Gotmar y su mujer Eicolina. En el año 1073 se reconstruyó por primera vez. Tras los terremotos del año 1425, nuevamente se reconstruyó parte del templo.   

En el siglo XV los propietarios del templo eran la familia Barri o Desbarri y posteriormente la cedieron a los propietarios del mas Planell. El año 1723 se abandonó el culto en el templo de Sant Andreu del Castillo y se trasladó la condición de parroquia a la iglesia de Santa Maria, hasta que se construyó el actual templo de la población.

Entre los años 1570 y 1579 se reconstruyó el templo, muy deteriorado por los terremotos del siglo XV, que derrumbaron la bóveda. Se aprovechó para ampliarlo, pasando de una nave a tres. Así pues, el interior es de estilo gótico tardío, que le confiere un aspecto de pequeña catedral.

El ábside es de los pocos elementos que se han conservado del templo original. Tiene planta semicircular y está cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Originalmente tenía tres ventanas de medio punto abocinadas, pero durante la remodelación del templo se cegaron la central y la del lado sur.

En la parte exterior del ábside podemos ver un cuadrúpedo esculpido en una piedra de un contrafuerte. 

El campanario es el otro elemento románico que ha sobrevivido. Tiene planta cuadrada y tres pisos de atura. El inferior, que es tan alto como la nave principal, es sólido y sólo tiene un par de aperturas en forma de saetera.

En el segundo piso encontramos ventanas bíforas con el capitel esculpido de manera muy esquemática con motivos vegetales. El piso superior, en cambio, presenta un gran grandes ventanales de medio punto en cada uno de sus muros.

Sobre el rosetón de la fachada oeste, todavía pueden verse los restos de una antigua ventana geminada.