El lugar de Rubí ya aparece citado en el año 986, en un precepto del rey Lotario, donde confirma los bienes que tenía el monasterio de Sant Cugat del Vallès, entre los que se encontraba el término de Río Rubeo. En el mismo año también encontramos una referencia a la iglesia de Sant Pere en un documento de compraventa.

La iglesia fue profundamente reformada y ampliada a lo largo de los siglos, especialmente en 1884, cuando se amplió el templo estilo neo-románico.

 

Desde el exterior, del templo original sólo podemos observar el muro de poniente.

La iglesia original se construyó con una nave y planta de cruz latina, acabada en un ábside cuadrado. La bóveda de la nave es apuntada y se conserva hasta el inicio del transepto. Los muros laterales del templo se agujerearon para dar paso a las capillas laterales. Durante la reforma de 1948 se amplió el templo a tres naves y los muros laterales se convirtieron en los pilares que hacen de separación entre ellas.

Como ya hemos comentado, el elemento más visible de época románica es la fachada oeste.

La parte superior está decorada con un friso de arcos ciegos siguiendo la pendiente a dos aguas del tejado. Los arcos se apoyaban en pequeñas ménsulas esculpidas con cabezas humanas, que nos han llegado muy erosionadas. Algunas de ellas fueron sustituidas durante las últimas restauraciones.

La puerta de acceso es de realización tardía dentro del románico, probablemente en la segunda mitad del siglo XII. Se encuentra en un cuerpo ligeramente adelantado. Está formada por un arco de medio punto hecho con grandes dovelas. A su alrededor encontramos una línea de imposta decorada y unas finas arquivoltas que descansan en dos columnas.

Sus capiteles están decorado con hojas de acanto, como las impostas que hay a su lado.

Encima de la puerta encontramos una ventana geminada. Está formada con elementos reaprovechados de los templo anterior prerrománico. Está formada por dos arcos monolíticos que se apoyan en dos impostas y sobre un soporte central.

La base de este apoyo es un capitel reaprovechado y colocado al revés. Está decorado con profundas incisiones de tipo geométrico, muy erosionadas. El fuste es de mármol y está decorado con incisiones en forma de espiral, de tipo salomónico. Todo parece indicar que es un elemento de época tardorromana.

El capitel está decorado a base de hojas de acanto en las aristas. En la cara frontal podemos ver una cabeza humana barbuda y una cruz.

Encima encontramos el ábaco, de planta troncopiramidal y hecho con piedra caliza. En la cara frontal se representó la figura de un animal, probablemente un águila con las alas desplegadas. Su cuerpo está muy erosionado. Debajo suyo, separado por un cordón esculpido, vemos un caracol. La parte posterior está decorada con motivos geométricos.

Otro elemento reaprovechado es el capitel que hay empotrado en el pilar de la ventana de la cara oeste de la torre campanario. Es de tipo corintio, decorado con hojas de acanto. Encima encontramos una ménsula esculpida con un motivo animal, también aprovechada. Desafortunadamente, las redes de protección que cubren el campanario para evitar que caigan elementos en la vía pública, no permiten su correcta observación.