La historia de Sant Genís está vinculada al primitivo castillo del lugar de Rio Rubeo, situado a pocos metros al oeste de la iglesia y del que ya casi no queda ningún vestigio. La primera noticia documentada de este templo data del 24 de febrero de 1080, cuando aparece en un testamento. En él, Ramon Seniofred de Rubí dejó tres mancusos para las obras del templo. Se desconoce si era para su construcción o para hacer alguna reforma.

Hasta hace pocos años aún se mantenían en pie sus muros, tal y como se puede ver en una fotografía expuesta en el castillo de Rubí.

 

Desgraciadamente, hoy en día presenta un estado de conservación lamentable.

Sólo queda en pie el sector más oriental. Las grandes grietas que tenía hasta hace unos años, han acabado provocando el desprendimiento de grandes fragmentos del muro este y norte.

Se trataba de un edificio de planta rectangular. El techo estaba reforzado por tres arcos torales, a los que posteriormente se le añadieron contrafuertes en el muro norte para mejorar la estabilidad de la bóveda.

La puerta de acceso se encontraba en el muro sur. Estaba formada por un arco de medio punto hecho con grandes dovelas. Actualmente se conserva como acceso a la rectoría de Sant Pere de Rubí .

En los últimos años el deterioro está siendo imparable. Sería necesario que las instituciones hicieran algo antes no quede rastro del templo de Sant Genís, el edificio más antiguo de Rubí.