Situada dentro del término del castillo de Castellbell, era una iglesia de tipo rural, sin llegar nunca a tener la condición de parroquia. La primera vez que aparece citado este templo en un documento, fue el año 1294, si bien la presencia de un ábside lombardo nos hace pensar que fue construido en el siglo XI.

En 1693 se alargó la nave, se construyó una falsa bóveda de lunetos barroca y una nueva fachada, coronada por una espadaña. Posteriormente se construyó una sacristía que dejó oculto parcialmente el ábside.

En 1979 se realizaron las primeras obras de restauración, que consistieron en eliminar las capas de yeso que cubrían los muros laterales. Dos años más tarde se eliminó la bóveda barroca, dejando a la vista la original cubierta románica  y se demolió la sacristía.

De este modo quedó totalmente a la vista el ábside románico, decorado con un friso de arcos ciegos, agrupados de dos en dos y separados por lesenas. En su parte central se abre una ventana de medio punto abocinada.

Su particularidad recae en que no está orientado al este, si no que lo está hacia el norte y que está inclinado respecto al eje de la nave.

También sorprenden los tres arcos de diafragma sobre los que se apoya la cubierta de madera. Están hechos de una manera muy poco trabajada, sin que haya ningún paralelismo entre ellos y están distribuidos de forma anárquica. Esto denota muy poca pericia o una carencia de conocimientos por parte de los maestros que los construyeron.

Posteriormente, en los muros laterales se construyeron dos arcos de medio punto, vaciando su interiora modo de arcosolio. En uno de ellos se abrió una puerta, actualmente cegada.

En el siglo XVII se alargó la nave y se abrió una puerta en la nueva fachada barroca, coronada con una espadaña de dos ojos.