Excavada en la piedra arenisca, se encuentra situada junto al pueblo de Cadalso,  cerca del río Ebro.

Se trata de una ermita rupestre, formada  por una sola nave de casi dos metros de altura, cubierta con una bóveda de cañón, que en algunos tramos se vuelve apuntada. Sus reducidas dimensiones hacen pensar que no pasó de ser un eremitorio.

En la pared donde está enclavada la puerta de entrada de arco de medio punto, se abrieron tres ventanas para dar más luz en su interior, todas diferentes. Una es redonda, la segunda es cuadrada con un pronunciado derrame y la tercera es rectangular, perfilada por un trazo primitivo imitando un arco de medio punto.

En la cabecera hay una ventana, ribeteada por un marco excavado en la roca, que actualmente está cegada.

Encima de la roca se excavaron dos tumbas antropomorfas y según los habitantes del pueblo, existía una necrópolis más numerosa al lado de la ermita, pero después de una remodelación muy polémica en el año 2003, desaparecieron muchos elementos.