Se construyó en 1139 en uno de los arrabales ocupados por repobladores castellanos, por los Caballeros Hospitalarios.  En 1147 quedó dentro del nuevo recinto amurallado de la ciudad, cerca de la puerta de Villamayor.

El templo tiene una sola nave acabada en un ábside semicircular, que está precedido de un amplio presbiterio.  La nave tiene una cubierta de madera, después de retirar las diferentes cubiertas de yeso, que se habían añadido a lo largo de los siglos. El presbiterio, en cambio, tiene bóveda de cañón apuntada, reforzada por un arco fajón, también apuntado, que se apoya en pilares con capiteles esculpidos con temática vegetal. Tienen la misma decoración los capiteles de las columnas dónde se apoya el arco triunfal.

El ábside está dividido externamente por cuatro columnas adosadas, que llegan hasta la alzada de la cornisa del tejado. Sus capiteles son de tipo vegetal. En cada uno de los tres espacios en que se divide el ábside, bajo una moldura, encontramos una ventana en forma de saetera de medio punto y abocinada. Tanto por la parte interior como el exterior, está decorada con una arquivolta de medio punto, apoyada en columnas con capiteles vegetales.

También están decorados los canecillos dónde se apoya la cornisa del ábside, del presbiterio y del muro sur de la nave. En ellos se han representado motivos vegetales, animales y figurados, como equilibristas y músicos.

Se accede al templo por tres puertas. La del muro norte es la más interesante. Está formada por un arco de medio punto, protegido con un guardapolvos dónde se han esculpido motivos vegetales y decorado con una arquivolta con perfil de bocel. Esta es apoya en dos columnas con los capiteles esculpidos con motivos vegetales, si bien están muy erosionados. Sobre la puerta encontramos las marcas y los restos de los apoyos de un tejado, probablemente de un claustro hoy desaparecido.

En el muro sur encontramos otra puerta, si bien es de factura muy sencilla y se construyó en el siglo XVII, sustituyendo al original románica.  También es de factura moderna la puerta que encontramos en el muro oeste. En esta zona se levantaba la torre de campanario, sustituido posteriormente por uno de espadaña de dos ojos.

En el interior del templo se conserva una talla  de grandes dimensiones, casi dos metros, del Cristo de la Zarza . Según la tradición popular, recibe este nombre por las circunstancias en que fue encontrado. Con el paso de los siglos ha perdido la corona y la cruz.