Castilla y León - Provincia de Salamanca


Catedral de Santa María
(Ciudad Rodrigo)

40º 35,953'N ; 6º 32,120'O   




Fue fundada por el rey Fernando II en 1165, tras haber conquistado la ciudad. Debido a su voluntad de repoblar definitivamente la zona, creó una nueva sede episcopal, a pesar de la fuerte oposición del obispado de Salamanca, que se resistía a perder parte de sus dominios. El impulso del monarca a la catedral fue decisivo para su construcción,  dotando al templo de numerosas rentas y bienes.


Las obras, a pesar del apoyo de los sucesivos reyes, sufrieron numerosos retrasos, especialmente debido a las disputas con Portugal, al ser la ciudad blanco del ejército luso en diversas ocasiones. No fue hasta 1454 que se considera oficialmente terminada la catedral.  Este largo espacio de tiempo, casi tres siglos, entre la fecha de inicio y la de finalización de las obras, provocó una evolución en el estilo arquitectónico, al empezarse en estilo románico y finalizarse en estilo gótico.


El templo tiene planta de cruz latina, con tres naves de cinco tramos y cabecera con tres ábsides. En la actualidad sólo es visible el del lado sur. En uno de sus contrafuertes podemos ver esculpida la figura de una gallina.

Abside sur   Imagen de la gallina


El ábside principal se derribó para construir uno nuevo en 1550. Destaca su bóveda estrellada. El ábside del lado norte, quedó integrado dentro de la sacristía y no es visible desde el exterior.

Interior de la capilla principal       Abside principal y sur


Las naves laterales todavía mantienen las líneas románicas y están cubiertas con bóvedas de cañón apuntadas. La nave central, en cambio, ya muestra totalmente las líneas góticas, con bóvedas de crucería. La separación entre naves se realiza a través de arcos apuntados, que descansan en columnas adosadas a los pilares cruciformes. También descargan su fuerza en estos pilares los arcos fajones de las naves. Todos ellos tienen capiteles esculpidos con motivos vegetales.

Interior del templo    Interior del templo    Interior del templo


En el exterior destacan las tres puertas de acceso. Dos de ellas se abren en los brazos del transepto, mientras que la tercera lo hace en el muro oeste, a los pies de la nave. Se  conoce como Puerta del Perdón. Emparentada con el pórtico de la Gloria de Compostela y la puerta de la basílica de San Vicente de Ávila.  Sus líneas ya son góticas, si bien la iconografía todavía responde a los cánones románicos. Está formada por seis arquivoltas apuntadas y profusamente decoradas. Estas se apoyan en seis parejas de estatuas columna, dónde están esculpidos los apóstoles. En el parteluz encontramos esculpida una estatua de la Virgen Maria.


En el tímpano se representaron escenas de la vida de Maria, como la dormición y la Coronación. También podemos ver escenas correspondiente a la Pasión de Cristo


Esta portalada se protegió con un pórtico, sobre el que posteriormente se levantó una gran torre.


En el brazo sur del crucero encontramos la Puerta de las Cadenas.


La puerta consta de cuatro arquivoltas de medio punto, las tres más exteriores apoyadas en parejas de columnas.


Sus capiteles están finamente tallados y están decorados con aves y motivos vegetales.

Capiteles del lado izquierdo    Capiteles del lado derecho


La puerta queda protegida por un arco de medio punto rebajado, bajo el que podemos ver cinco grandes figuras en bajorrelieve. La imagen central corresponde a Cristo, mostrándonos sus llagas, rodeado por cuatro apóstoles.  Son imágenes de una factura muy arcaica, que no corresponden  con el edificio actual, lo que nos hace pensar que se trata de elementos reaprovechados del templo anterior.  Podemos ver una sexta figura, de las mismas características, a la derecha de la portalada y que representa a la Virgen con el Niño.


Sobre este conjunto, encontramos un friso formando por doce arcos apuntados y profusamente decorados. En su interior se alojan varias imágenes de personajes bíblicos y santos. Presentan diferentes alturas  e inclinaciones, lo que nuevamente nos hace sospechar que este no era su emplazamiento original.


Corona la fachada un rosetón gótico, protegido por un guardapolvo.


En el brazo norte del transepto se abre otra portalada, si bien  más sencilla.


Es conocida como la Puerta de las Amayuelas. Bajo un gran arco de descarga, en este caso apuntado y decorado con motivos geométricos, encontramos la puerta formada por cuatro arquivoltas de medio punto. El arco interior está polilobulado.


Las dos arquivoltas más exteriores se apoyan en dos parejas de columnas, los capiteles de las cuales están decorados principalmente con aves.

Capiteles del lado izquierdo    Capiteles del lado derecho


En el lado izquierdo podemos ver un  arco ciego,  decorado con pequeñas cabezas humanas.


Este muro está coronado con un bello rosetón gótico.

El claustro se empezó a construir a principios del siglo XIV y no se terminó hasta el año 1526. Por este motivo podemos ver una clara transición en el estilo de sus arquerías, que se culmina con el más puro gótico plateresco.  Sus ventanales están decorados con tracerías góticas. Los capiteles presentan un amplio abanico iconográfico, con motivos vegetales, animales reales y fantásticos y numerosas escenas historiadas.


Ya en el siglo XVII se construye la torre campanario, en estilo neoclásico y la capilla del Pilar.

Como ya empieza a ser una tradición en las tierras castellanas, no se permite realizar fotografías en el interior del templo, ni tan siquiera si el objetivo de las mismas es difundir la cultura y nuestro patrimonio. Por este motivo no puedo aportar demasiadas imágenes del interior, ni del claustro. Las que podéis contemplar son extraídas del Banco de Imágenes del Ministerio de Educación y Ciencia y nos permiten hacernos una ligera idea de como es el edificio.