Un hecho extraño es que en la provincia de Guipúzcoa apenas existan elementos de arte románico, teniendo en cuenta que en las provincias limítrofes, existe un gran patrimonio de este estilo. Existen piezas recolocadas en diferentes iglesias y cementerios, procedentes seguramente de las parroquias que fueron derruidas.

En el cementerio de Bedarreta, encontramos una ventana románica, que fue recuperada y trasladada, formando parte de un campanario de espadaña.

Se ha perdido la documentación referente a este elemento, por lo que es imposible detallar sus orígenes. Probablemente se trata de una credencia de superficie rectangular con dos arcos separados por una columna, formando un parteluz.

Su interior es cóncavo y està recorrido por una imposta. Los dos arcos están ribeteados por dos arquivoltas con guardapolvo y decorados con temas zoomórficos. El arco de la izquierda está decorado por cinco animales que se persiguen mordiéndose la cola. Tres de ellos son serpientes, con sillas de montar y patas pequeñas muy cercanas a la cabeza. El de la derecha presenta el mismo tipo de animales, pero esta vez enfrentados.

El parteluz es lo más importante del conjunto, en su parte superior hay un cimacio decorado con hojas de acanto con los tallos entrelazados. En el capitel hay elementos vegetales con hojas de acanto taladradas para dar más profundidad. Entre el capitel y el cimacio encontramos una cabeza antropomorfa con las facciones muy bien esculpidas.

La columna está formada por una red de flores de cuatro pétalos rematadas por una pieza redonda a modo de botón.

Estas últimas particularidades nos hacen pensar en que proceden del taller de Estíbaliz en Alava, donde se tallaron muchas piezas de este estilo que todavía se conservan en sus lugares de origen.