Data de la primera mitad del siglo XII, pero fue muy reformada durante los siglos XVI y XVIII. Es por este motivo que cuesta reconocer los elementos románicos originales. El más destacable es la decoración escultórica que podemos observar en la fachada, sobre la puerta, que pertenecía al antiguo tímpano de la portalada románica.

El tímpano es de finales del siglo XII, de la misma época que el claustro de la catedral de Tudela. Representa la imagen de la Santísima Trinidad, con Dios en la mandorla, el niño Jesús sentado a su regazo y el Espíritu Santo, en forma de paloma, sobre la mandorla. Es un motivo que no solemos encontrar representado demasiadas veces y que sólo encontramos en el románico español. Una representación, también muy interesante de la Santísima Trinidad, pese a ser de otra época, la podemos encontrar en el interior del templo de San Pedro de Olite.

Dios Padre, con corona, está sentado en su trono bendiciendo con la mano derecha. Con la izquierda sostiene a su hijo que está sentado sobre su regazo. También parece estar bendiciendo con la mano derecha, si bien esta está mutilada y en la mano izquierda tiene el libro de los evangelios. La paloma del Espíritu Santo también está mutilada, ya que no se conserva su cabeza.

A los lados de la mandorla encontramos los símbolos de los evangelistas representados con el tetramorfos. En la parte más exterior encontramos dos figuras sentadas, por que adaptan su postura a la forma del tímpano. Se las ha relacionado con David y el profeta Isaías o bien con Santo Nicolás y otro profeta no determinado.

Sobre el tímpano podemos ver un escudo heráldico moderno y dos grandes leones que tienen en sus garras unas figuras humanas.