Castilla la Mancha - Provincia de Guadalajara


Iglesia de San Bartolomé y Capilla de San Galindo
(Campisábalos, Guadalajara)

 41º 16,007'N ; 3º 8,629'O   




Templo edificado en el siglo XIII, formado por una sola nave, acabada por el este con un ábside semicircular, precedido de un presbiterio cubierto con bóveda de cañón.


Posteriormente se sobrealzó la nave, se construyó la torre campanario y una sacristía.


El ábside está dividido externamente con dos columnas, que tienen capiteles vegetales. En cada uno de sus espacios s’abre una ventana. Sólo la del lado norte mantiene su aspecto original. Tiene forma de saetera, protegida por una arquivolta de medio punto y un guardapolvo decorado con motivos vegetales entrelazados. La arquivolta se apoya en dos columnas con los capiteles esculpidos con motivos vegetales y de cestería.


Recorren el ábside, tanto interior como exteriormente, dos líneas de imposta esculpidas con entrelazados. También está decorada la cornisa y los canecillos en que se apoya. 


En los muros laterales del templo también encontramos una cornisa esculpida apoyada en canecillos, si bien por culpa de la erosión prácticamente han desaparecido todas y han sido sustituidas por canecillos lisos.


Se accede al templo por una puerta situada en el muro sur y protegida por un pórtico de factura posterior.


Está formada por cinco arquivoltas de medio punto en gradación, la más interior polilobulada y decorada con motivos solares. El resto están decoradas con motivos geométricos y se apoyan en cuatro parejas de columnas. Sus capiteles estaban esculpidos con motivos vegetales. Los del lado izquierdo, todavía se conservan, si bien muy deteriorados, mientras que los del lado derecho fueron substituidos durante unas obras de restauración.


El conjunto está flanqueado por dos altas columnas, con los capiteles de tipo vegetal, que alcazan la cornisa, apoyada en canecillos lisos.

Adosada al muro sur del templo encontramos la capilla de San Galindo. Su construcción fue patrocinada por un caballero denominado Galindo o Sangalindo, noble de Campisábalos, que quería convertirla en su panteón, tal y como se desprende del arcosolio que encontramos en el muro norte del presbiterio.


La única nave está cubierta  con una bóveda de cañón, que se comunica con el presbiterio gracias a un arco triunfal. Este tiene dos capiteles decorados. El del lado norte está decorado con luchas entre centauros, arpías y aves-sirena El otro capitel está mucho más deteriorado pero todavía se pueden ver unos grifos enfrentados a bestias monstruosas de apariencia similar a un dragón.  

Se accede a la capilla directamente desde la calle por una puerta formada por cuatro arquivoltas de medio punto en gradación.


La más interior, como la de San Bartolomé, está polilobulada y en este caso decorada con motivos florales. Las tres arquivoltas exteriores se apoyan en seis columnas, que tienen sus capiteles esculpidos con motivos vegetales.


Sobre la portalada encontramos un tejaroz sostenido por ocho canecillos esculpidos con motivos vegetales, figuras animales y humanas.
 

Canecillo esculpido  Canecillo esculpido  Canecillo esculpido


En la cabecera se abren dos interesantes ventanas: una en el muro sur y otra en el muro este, protegida por el pórtico de la iglesia.


Un arco de medio punto, decorado con motivos geométricos protege un pequeño rosetón. En el caso de la ventana del muro sur, se ha perdido la celosía con que estaba decorada, mientras que en la del lado este, todavía podemos ver esculpida una estrella de seis puntas, el símbolo del rey Salomón.


Pero sin duda el elemento más interesante de la capilla lo encontramos en el muro sur, justo encima de la ventana. Se trata d’un friso dónde se esculpió un calendario agrícola. El hecho de encontrarse a la intemperie y haberse esculpido con piedra calcárea ha favorecido su erosión.


Para leer el calendario hay que hacerlo de derecha a izquierda. Las dos primeras imágenes no tienen nada que ver con el calendario. En primer lugar podemos ver una lucha entre caballeros. A continuación vemos la cacería del jabalí.

El calendario propiamente dicho empieza con una escena muy erosionada, dónde es difícil identificar a un hombre sentado en una gran mesa festejando la llegada del nuevo año y la venida del Salvador. Delante suyo un fuego le ayuda a pasar el frío. El mes de febrero se ha representado con un labrador preparando la  viña, removiendo la tierra para airearla y arrancar las malas hierbas.


Ya en marzo el labrador cava la tierra con una azada, para podar las viñas en el mes de abril. Para representar el mes de mayo se utilizó la imagen de un caballero dando de comida a su caballo. En el mes de Junio se cortan los cardos y malas hierbas que crecen entre el trigo, que se segará en el mes de Julio. Posteriormente, en agosto, se separa el grano de la paja y ésta se airea y apila. La vendimia es la tarea relacionada con el mes de septiembre, mientras que en octubre se labran los campos. Noviembre es el momento de realizar la matanza del cerdo y diciembre se representa con la acción de decantar el vino en las botas.


El friso quedó interrumpido por la puerta de acceso. Seguramente se representaron un par de escenas propias de la nobleza, como sucede en el lado derecho, pero sólo se ha conservado la mitad de un tonel.