Castilla la Mancha - Provincia de Guadalajara


Iglesia de San Miguel de Beleña de Sorbe
(Cogolludo, Guadalajara)

40º 55,488'N ; 3º 11,412'O   




Los orígenes del templo hay que situarlos hacia el año 1170, cuando Alfonso VIII dio la villa a la familia Valdés, dejando así de formar parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Atienza. A partir de este momento la población adquiere notoriedad y por este motivo es necesario construir un nuevo templo a principios del siglo XIII. De este edificio no nos ha llegado gran cosa, sólo parte de la galería porticada y la puerta de acceso, por que en el siglo XVI se hicieron grandes reformas, especialmente en la cabecera y en el interior de la nave.


El pórtico está distribuido alrededor de un arco principal de entrada, que se apoya en dobles columnas, los capiteles de las cuales están esculpidos con motivos vegetales muy esquemáticos.


En el lado izquierdo de este arco de entrada encontramos seis arcos distribuidos en dos grupos de tres. La separación entre los dos grupos se realiza mediante un pilar, que tiene adosadas pares de columnas, donde se apoyan los arcos de medio punto de los extremos. El resto de los arcos se apoyan en pilares rectangulares.


Al lado derecho del arco de entrada encontramos sólo un grupo de tres arcos, el último de los cuales fue mutilado en el siglo XVI, cuando se construyó la nueva cabecera con un gran crucero.


En el lado oeste del pórtico encontramos dos arcos más, que se apoyan en una columna, que tiene la columna y la basa reconstruidas.


La galería porticada protege el elemento más interesante del todo el templo, su puerta de acceso. Está formada por cuatro arquivoltas, que inicialmente estaban protegidas por un guardapolvo. La primera y cuarta arquivoltas son planas, mientras que la tercera está decorada con una arista en forma de bocel. La segunda, en cambio, está ricamente decorada con un calendario agrícola.


En los dos extremos de la arquivolta podemos ver la representación del Bien y el Mal. En el extremo izquierdo, que representa el inicio del año, encontramos un "ángel blanco", símbolo de la pureza y del Bien. En el lado derecho podemos ver la cara del conocido  como "ángel negro". Se trata de un personaje, con el cabello rizado y con los trazos exagerados de una persona de color. Representa el Mal. Muy probablemente se trata de la representación de un infiel, un musulmán.


Junto al ángel encontramos la representación del mes del enero, donde se escenifica la matanza del cerdo. Un hombre clava su cuchillo en el animal, para poder extraerle la sangre, que se aprovechará para hacer embutidos. No es habitual encontrar esta imagen en el mes de enero, pues es más propia de finales de año. En cambio en el mes de diciembre encontramos un hombre sentado en una mesa repleta de alimentos, disfrutando de los frutos que el campo ha dado a lo largo del año. En algunos cancioneros de la época, así como en otros calendarios agrícolas castellanos, encontramos esta escena en el primer mes del año. Esto nos plantea un dilema: ¿fueron colocadas expresamente en este orden en contra de lo que podría parecer lógico o bien fueron un error de la persona que colocó las dovelas? Como es habitual en estos casos, no se dispone de ningún indicio que nos pueda hacer decantar por una opción u otra, pero parece lógico pensar que no se produjo ningún error y están colocadas correctamente.


El mes de febrero se ha representado con un viejo que se calienta cerca de un fuego. Sorprende ver como se levanta los faldones para calentarse los genitales. 


La siguiente imagen nos representa a un hombre barbudo podando árboles y arbustos, preparándolos así para la llegada de la primavera. Es precisamente la llegada de esta estación lo que celebra la chica que encontramos en el espacio dedicado al mes de abril. En sus manos sostiene unos ramos de flores. Completa el ciclo primaveral una escena que representa la práctica de la cetrería . En el mes de mayo vemos a un noble a caballo que tiene un halcón en su mano izquierda.


Los meses de verano se representan nuevamente con acciones agrícolas. En junio un labrador limpia el campo de malezas y malas hierbas, para poderlo segar con la hoz durante el mes de Julio. Agosto es el momento de volver a preparar la tierra con un arado tirado por dos bueyes.


Los meses de septiembre y octubre están relacionados con la fabricación de vino. En primer lugar encontramos una escena de la vendimia, dónde vemos a un personaje recogiendo racimos de uva de una cepa y dejándolos  en un cesto de mimbre. En Octubre el labrador vierte el mosto en una bota de madera, para que al fermentar se convierta en vino. Se cierra el ciclo del campo con el mes de Noviembre donde el labrador distribuye las semillas, que tiene en una bolsa, por el campo con la ayuda de dos bueyes.


También están ricamente esculpidos con motivos historiados los cuatro capiteles dónde se apoyan las dos arquivoltas intermedias.


En el capitel situado más a la izquierda podemos ver a Adán y Eva tras haber cometido el pecado original. Dios está vistiendo a Adán.


A su lado encontramos dos diablos monstruosos torturando el alma de un pecador.


En los capiteles del lado derecho se representó la resurrección de Cristo. En el más interior vemos a las tres Marías, que se acercan al sepulcro. Este está en el segundo capitel y se encuentra abierto. Encima suyo se encuentra un ángel. En la cara exterior, si bien muy erosionados, encontramos a los soldados que custodiaban el sepulcro.


La decoración escultórica del templo se completa con los canecillos en que se apoya el tejado del pórtico. Están esculpidos con caras humanas y de fieros animales, así como motivos geométricos.