Este templo es la última gran obra del prerrománico asturiano. Construido en época de Ordoño II, se consagró treinta ocho años más tarde que San Salvador de Valdediós, concretamente en el año 921. Esta fecha la conocemos gracias a una inscripción, hoy desaparecida, grabada en el primer pilar del lado de la Epístola. Esta inscripción desapareció durante las obras de restauración que se llevaron a cabo en 1914.

Es considerada por muchos como una repetición pobre de San Julián de los Prados de Oviedo. Junto a Santiago de Gobiendes y San Adriano de Tuñón, corresponde a una corriente más modesta y adaptada al mundo rural, dónde reina la funcionalidad, pero que se inspiraba en las grandes construcciones de la época de Alfonso II.

En 1936, durante la Guerra Civil, el templo fue incendiado y se perdió el techo de madera original. Durante la restauración que se realizó entre 1949 y 1954 se volvió a cubrir la iglesia.

Tiene planta basilical con tres naves, separadas por arcos de medio punto que se apoyan en gruesos pilares de planta cuadrada. La cabecera está formada por tres capillas cubiertas con bóveda de cañón. La capilla central está decorada con arcos ciegos de medio punto, que se apoyan en columnas lisas y capiteles decorados con grandes hojas y otros motivos vegetales, que recuerdan los del arco triunfal de San Salvador de Valdediós. Sobre las capillas encontramos la cámara del tesoro, abierta al exterior a través de una pequeña ventana geminada con la columna decorada.

Todavía se pueden observar restos de las pinturas murales que en su día cubrieron completamente los muros del templo. Podemos ver escenas historiadas, motivos geométricos, edificios, ... Los arcos del ábside están reseguidos por cenefas con motivos geométricos. En las capillas laterales hay arquerías pintadas. En las bóvedas de cañón podemos ver figuras geométricas.

A los pies de las naves encontramos una tribuna de madera sobre un atrio porticado.

La nave central se encuentra iluminada por ocho ventanas rectangulares con celosías, todas reconstruidas. En las capillas también encontramos una ventana de características similares.

En el muro sur se incorporó posteriormente un pórtico cerrado. A su lado está la sacristía, en el muro de la cual encontramos una ventana geminada y que está decorada con motivos geométricos y un capitel esculpido con motivos vegetales.

Sobre la fachada se levanta una espadaña, de dos ojos, de construcción muy posterior.