En el siglo XI se empezó a edificar el primer tramo de la nave del templo. Las obras se prolongaron durante este siglo y el siguiente. En el siglo XVII se hicieron algunas reformas que modificaron considerablemente su estructura.

El templo tiene planta basilical con tres naves, que originariamente estaban acabadas en tres ábsides rectangulares. Las naves están separadas por columnas en el primer tramo, correspondiente al siglo XI, mientras que en el resto del templo hay pilares cruciformes con cuatro semicolumnes adosadas. Las naves están cubiertas con bóveda de cañón.

La cabecera fue profundamente modificada en el siglo XVII, sustituyendo los tres ábsides rectangulares por uno sólo, con forma poligonal por el exterior y semicircular en el interior. En esta reforma también se construyó el pórtico que rodea dos muros del templo. También se construyó la fachada que hay a los pies de la nave dónde destaca un balcón y se reformaron las naves. En el año 1912 se coronó la fachada con una espadaña.

Con respecto a la decoración exterior del templo es prácticamente inexistente. Se limita a unas molduras reaprovechadas, que se pueden ver al ábside y algunas ménsulas esculpidas que se pueden ver en el muro izquierdo.

Del interior destacan los capiteles esculpidos. Los del primer tramo tienen forma cúbica y decoración geométrica, correspondientes a la primera etapa constructiva. En el segundo tramo, en cambio, representan escenas bíblicas (huida a Egipto, Juicio Final, ... ) y escenas de luchas entre animales y hombres.

También vale la pena fijarse en la pila bautismal de forma rectangular. Está datada alrededor del año 1000. Sus cuatro caras están esculpidas con motivos zoomórficos y vegetales.

El año 2001 se restauró el templo.