Aragón - Provincia de Huesca


Muro de Roda y iglesia de Santa María
(La Fueva, Sobrarbe)

42º 21,534'N ; 0º 13,902'E   




Fue edificado hacia el año 1007 por orden del rey Sancho III, cuando extendía sus dominios por la Ribagorza y por el Sobrarbe. Es en este momento que se construyen varias fortificaciones para defender la frontera y permitir el avance de la reconquista. En este caso, el castillo de Muro de Roda se comunicaba visualmente con el de Samitier y entre los dos controlaban el valle del Cinca. Sus hijos, Gonzalo y Ramiro I de Aragón ampliaron estas fortalezas.


Recibían el nombre de Muro aquellas fortificaciones situadas en la parte más alta de las montañas, mientras que las que se situaban en un nivel inferior eran conocidas como Murillo. En este caso, la fortificación era conocida como Muro Mayor, indicando así su autoridad sobre las otras fortificaciones de la zona. En 1134 fue donada por el rey Ramiro II al obispado de Roda de Isábena y a partir de ese momento fue conocida como Muro de Roda.


Sus dimensiones son muy grandes en comparación con las fortalezas de la zona, alcanzando unos 170 metros de largo por casi 50 de ancho en la parte más grande de su planta ovalada. La ausencia de torres en sus muros y la su poca altura nos hace pensar que se trataba más bien de un refugio para las gentes y rebaños de la zona y no un castillo ofensivo.


El muro este, que alcanza casi los 4 metros de altura por la parte exterior, està reforzado con cuatro cubos semicirculares, que fueron añadidos durante las reformas realizadas en el siglo XVI. El muro oeste no es tan alto, pues el acantilado existente hace las funciones de muralla natural.


Es también en el siglo XVI cuando se construye una nueva puerta de acceso, sustituyendo a la anterior que se encontraba en un nivel superior.


Esta nueva puerta estaba protegida por la gran torre de la iglesia de Santa María. El templo se edificó durante la segunda mitad del siglo XII en el sector norte del castillo.


Destacan sus tres grandes ábsides, que forman parte de la muralla, al estilo de la catedral de Roda de Isábena


Inicialmente fue concebida con tres naves y una cripta, también dividida en tres espacios. En el siglo XVI se reformó su interior, eliminando la separación entre las naves y creando un único espacio o nave de tipo salón. También se decoró con pinturas al gusto de la época.

Interior del templo    Interior del templo


El presbiterio queda elevado respecto de la nave. A través de él se accede a los dos ábsides laterales, que han quedado ocultos. En el del lado sur se conservan dos recipientes de piedra, seguramente destinados a guardar aceites. En cada uno de estos ábsides se abría una ventana de medio punto abocinada. El central fue cegado durante la reforma del siglo XVI.

Abside norte  Abside central  Abside sur


En los ábsides de la cripta, respondiendo a necesidades defensivas, las ventanas son de tipos de saetera.


Desgraciadamente no podemos ofreceros imágenes de la cripta, debido a su estado de conservación, la poca o nula iluminación en un día lluvioso y el sentido común, que nos desaconsejaron bajar. En nuestra segunda visita, en 2010, el día era todavía más lluvioso y con niebla y tampoco pudimos bajar a la cripta.

Acceso izquierdo de la cripta        Acceso derecho de la cripta


Como ya hemos comentado, en el siglo XVI se construyó la nueva torre de campanario. Se trata de una auténtica atalaya, que permite controlar totalmente el territorio. Sustituyó a la anterior románica, que tenía planta circular y estaba entre los ábsides sur y central. Todavía se pueden ver los restos de su trazo.

Cabecera y restos de la antigua torre    Restos de la antigua torre


A los pies de la nave, bajo el coro, encontramos una interesante pila bautismal, así como otros elementos esculpidos en piedra.

Pila bautismal   Restos conservados bajo el coro


En el siglo XVI se construyó otro templo dentro del recinto fortificado. En este caso en el sector sur. Se trata de la capilla de Santa Bárbara.

Capilla de Santa Bárbara    Interior de la capilla de Santa Bárbara


En el siglo XVIII se produjeron varias reformas en los edificios y en las murallas. Un siglo más tarde, con la desamortización, desapareció el control de la zona por parte del templo de Roda. Posteriormente el templo fue saqueado en 1936 y sus retablos quemados. La despoblación de la zona en la década de los sesenta del siglo XX contribuyó a la ruina y el abandono del conjunto. El hundimiento de una parte de la muralla en 1997, aceleró la recuperación de este importante monumento. Desgraciadamente las obras avanzan lentamente y todavía no se le ha devuelto la dignidad que se merece a este conjunto monumental. Actualmente se estan consolidando los edificios situados al oeste del templo.


A unos 400 metros al norte, encontramos la capilla de San Bartolomé.